En San Esteban de Gormaz, el sector con más bodegas de la Ribera del Duero, se encuentran unas 300 bodegas o galerías en uso. Aunque no se sabe con certeza cuándo fueron construidas, se han encontrado registros escritos que datan del año 1.600 en algunas de ellas.
Las bodegas se encuentran en las laderas este y oeste, ubicadas debajo del castillo, que es el núcleo de la ciudad. Una colina de suelo arcilloso resistente e impermeable, que favorece el drenaje del agua de lluvia y facilita la excavación en línea recta y a gran profundidad. La topografía del suelo también beneficia las condiciones climáticas necesarias para el cultivo de la vid.
La propia montaña decide la ubicación de la entrada de la galería, siendo más apropiada la posición hacia el norte para proteger el vino del sol, facilitando así su conservación. En ocasiones, la forma y tamaño de las bodegas no se definían al inicio de la excavación, sino que se ampliaban posteriormente dependiendo de factores como el esfuerzo y la cercanía. A causa de esto, todas las bodegas subterráneas son diferentes: algunas están al mismo nivel que la calle, otras más hondas, unas con solo una galería, otras con alcobas laterales...
Con el paso del tiempo, los merenderos han evolucionado para convertirse en un lugar de reunión en la bodega, donde la gente puede juntarse.
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