Olmillos

En Olmillos se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la ermita de San Hipólito.

En la primera se conserva una pila bautismal de la primera mitad del siglo XIII.

Sobre la construcción de la segunda cuenta la leyenda que se apareció la imagen de San Hipólito en un tomillar entre Ines y Olmillos. Un vecino de Ines quiso llevárselo pero el burro no avanzaba y cuando quería darse cuenta el Santo había regresado al lugar donde se había aparecido. Y por ello la ermita se construyó en ese lugar, en el de la aparición. Esta ermita tuvo un santero, quien, a su vez, se ocupaba de la barca del Duero encargada de cruzar a los viajeros hacia el Burgo de Osma y viceversa.

En Olmillos se han encontrado dos inscripciones latinas dedicadas a la diosa indígena Drusuna. No en vano, por sus alrededores pasaba la vía romana que iba de Uxama a Tiermes.

Este pequeño pueblo es importante, sin embargo, por otro motivo. Es pionero en la modernización de regadío y crea, en la campaña de recogida de la producción a unos 500 trabajadores temporeros. Desde 2008, empresas de gran tamaño dedicadas a la venta de productos hortícolas han arrendado estas tierras para cambiar del cultivo tradicional de la remolacha y el maíz, a las fresas, espinacas, coles de Bruselas, alcachofas, distintas variedades de lechuga, guisantes, judías verdes, etc. Todo ello en una superficie de 1.400 ha.