En mayo de 1187 se celebró en San Esteban, con Alfonso VIII, una reunión de la Curia Regia. Según todos los indicios participaron en ella, por primera vez en la historia del occidente europeo, representantes de los Concejos castellanos.
Por ello, la Curia Regia, a la que hasta entonces solamente acudían los nobles más importantes y los altos dignatarios eclesiásticos, se convertía así en Cortes, las primeras Cortes, al sumarse a ella representantes de ciudades y villas.
A las Cortes acudió un enviado de Federico I, emperador de Alemania, para tratar el matrimonio entre su hijo, Conrado de Hohenstaufen, y Berenguela, hija mayor de Alfonso VIII, elaborándose un precontrato matrimonial. Las negociaciones culminaron con éxito, ya que una embajada castellana fue a Alemania y allí se promulgaría el Tratado de Seligenstadt, el 23 de abril de 1188.
En él se establecen las condiciones en que se celebraría el matrimonio, acordándose, además, que Berenguela y Conrado serían los sucesores en el trono castellano, si Alfonso fallece sin descendencia masculina. Entonces Berenguela tiene 8 años y es la heredera, ya que no tiene hermanos varones. La trascendencia del hecho, un posible rey extranjero en Castilla, impulsaría a Alfonso VIII a convocar también a representantes de las ciudades de su reino, junto a los habituales nobles y prelados.
Poco después, en el mismo 1188, se celebra una reunión en Carrión, donde se ratifica el contrato y Conrado es armado caballero, al igual que Alfonso IX de León, por Alfonso VIII de Castilla.
Después Conrado regresaría a su país y ya no recordaría su compromiso matrimonial con Berenguela, entre otras razones porque la situación internacional, que había condicionado el contrato por parte alemana, varió notablemente.
Texto extraído de "Síntesis Histórica de San Esteban de Gormaz" de Félix García Palomar.
Soria Hogar y Pueblo. Extra de Fiestas, 8-IX-88, pp. 9-13.
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